BABYLON, carta de amor al cine

 


Cómo empezar a hablar de la película que más me conmovió en este último tiempo, la película que ni viéndola un millón de veces dejaría de sorprenderme, la película que movió mi pasión por el cine más allá de lo que hubiera imaginado. 

Babylon, además de ser una obra de arte indiscutible es trascendental y atemporal, es memorable, es profunda en muchísimos niveles, no es solamente hermosa y ya. Tiene años de trabajo (quince para ser exactos), años de vida de quién la creo, años de historia y años de amar y odiar en simultaneo. 

Hablar de únicamente los aspectos técnicos cómo lo increíblemente ejecutada que estuvo la fotografía o cómo el sonido fue una pieza fundamental o cómo el arte deslumbró desde un inicio, siento que limita lo infinita que es esta película - y no hablo solamente de que dura tres horas- en toda su complejidad. Sí, esta minuciosa e impecablemente desarrollada; sí, es un trabajo arduo y reconocible para todas sus áreas involucradas, pero va más allá de todo. Este filme es de esos que te hacen levantarte del asiento en el que estás y querer apreciar más el arte que es el cine, es esa clase de película que te hace replantearte cómo venías viviendo tu vida, es esa clase de audiovisual que te muestra la cruda y pura realidad del idealismo constante al cual estamos sometidos. Es esa película. 

“Un día, todas las personas en todas las películas estarán muertas. Un día esas películas serán sacadas y todos sus fantasmas cenarán juntos. Un niño nacido dentro de 50 años tropezará con tu imagen parpadeando en una pantalla y sentirá que te conoce como un amigo” clama el personaje de Jean Smart hacia el personaje de Brad Pitt. Y creo que no hubo frase que me haya causado todos los sentimientos y emociones que me causó. El hecho de pensar que en esta conversación no solo existe el dejo de desesperanza sino también de un terror álgido hacia el olvido, me pone la piel de gallina. Toda este párrafo enunciado por "Elinor St. John"  es la epítome de la percepción del tiempo, de cómo el pasado convive con el futuro constantemente y cómo no somos nadie pero al mismo tiempo lo somos todo. 

“Un día, todas las personas en todas las películas estarán muertas[...]" resalta no solo que quienes aparezcan en pantallas siendo la cara indiscutida de lo que es una película van a estar muertas, sino que habla de todas , todos aquellos técnicos, artesanos y genios detrás de una pantalla también lo van a estar. Habla de la mortalidad como característica innata del ser humano, habla de la muerte misma como lo que es... algo seguro. 

"[...]Un día esas películas serán desenterradas y todos sus fantasmas cenarán juntos[...]". El concepto de desenterrar me remite completamente a la de desenterrar un tesoro, algo tan valioso como la vida misma, y claro que se debía remitir a esta palabra para hablar de lo más valioso en nuestra sociedad más allá del oro... una película. Cuando se habla de que todos sus fantasmas cenarán juntos  no habla de otra cosa que de la eternidad misma, de cómo aquellos seres tan endiosados en vida volverán eternos una vez el tesoro sea descubierto y vivirán una y otra vez la algarabía que es la historia contada en aquella película desenterrada. 

"[...] Un niño nacido dentro de 50 años tropezará con tu imagen parpadeando en una pantalla y sentirá que te conoce como un amigo”. ¿No somos acaso esos niños? ¿No serán las generaciones posteriores a nosotros esos niños con respecto a nuestra imagen?. Esta frase nos grita a la cara sobre el legado que dejamos atrás, sobre lo importante de nuestras acciones en vida y cómo de tu tiempo hasta dentro de cincuenta años todo lo que no hiciste es igual de importante que las cosas que si. Habla sobre cómo somos peones del tiempo, y de cómo el recordar a quienes nos han antecedido y celebrar aquellos logros y desaciertos que los llevaron a ser grandes en sus tiempos importa, pues de esa forma nos aseguramos nuestra propia tumba, nos aseguramos que de igual forma los grandes entre nosotros serán recordados, por ende nosotros y nuestro tiempo en la tierra lo serán de igual forma. 

Sí, esta frase habla de cine, pero habla de algo más allá que el cine, habla de la misma vida. Pero... ¿no es acaso la vida misma una historia digna de ser narrada mediante el cine? ¿No es el cine la vida de muchas personas? ¿No es acaso el cine la forma más humana de representación?. 

Babylon es cine y no solamente es eso, es una crítica y una carta de amor al mismo. Babylon es una critica y una carta de amor a la vida. Y la vida misma se ha convertido, luego de esta película, un motor para hacer algo importante con ella. 

En mi humilde opinión, de alguien que ama el cine tanto como su vida, vean Babylon. 


-hija del cine. 

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